Para mí, tomar fotografías de amaneceres y atardeceres durante mis viajes fotográficos es una experiencia verdaderamente gratificante. Cada vez que me encuentro en un nuevo destino, espero con entusiasmo el momento mágico en el que el sol se asoma por el horizonte o se oculta lentamente en el horizonte. Me encanta observar cómo los colores cálidos del cielo se mezclan y se reflejan en el paisaje circundante, creando una atmósfera única llena de serenidad y belleza.
Inmortalizar estos momentos efímeros a través de mi cámara me permite capturar la esencia de cada lugar que visito y llevar conmigo recuerdos vívidos de mis aventuras. Cada fotografía de amaneceres y atardeceres se convierte en un tesoro, una ventana hacia esos momentos mágicos que viví en mis viajes, y me permite compartir la belleza de esos lugares con otros, transmitiendo la emoción y la asombrosa sensación de estar allí en ese instante perfecto.